... en el paisaje


Llegando a Milagro - Acuarela y tinta china - 4 agosto - 18 x 34,5 cm.

Uno no elige siempre el lugar en el que pasar las vacaciones estivales. Yo nunca, y desde hace bastantes años cada agosto cargamos el coche hasta los topes y nos dirigimos al pueblo en el que mi suegro nació y en el que, como en la gloria, pasa la mayor parte del año, Milagro, al sur de Navarra en la confluencia de los ríos Ebro y Aragón con veranos secos, altas temperaturas y escasas lluvias. Duro, muy duro. De su paisaje vegetal apenas quedan algunas reliquias de los encinares y pinares de carrasco originarios, y matorral mediterráneo de romero, tomillo, aulaga, retama, endrino o esparto. Si no fuera por el Ebro, sus afluentes y el sistema de regadíos, la Ribera sería una comarca árida e inhóspita, en vez de la zona agrícola por excelencia de Navarra.

Este es el paisaje que, acompañado de mi amigo Remigio Casiriain, recorro a diario. Desde las silenciosas orillas del río represado para a través de complejísimas acequias y canales regar sus fértiles tierras, o el río saltarín y ruidoso al salvar sucesivas presas. El río se hace ancho y a él se acercan cigüeñas y garzas y evolucionan por él en silencio, sigilosamente, en busca de alimento, silencio que es roto por los saltos sobre el agua de barbos, carpas o lucios. Aquí, junto al Ebro, en Milagro, comienzan nuestras correrías, es el epicentro de nuestras excursiones que circunvalan este punto. Cada día una excursión a lugares que conocemos al dedillo pero a los que siempre volvemos. Los pueblos de Tierra-Estella, no es casualidad, Camino de Santiago. Subimos a la Laguna de Pitillas, a Olite o recorremos la Sierra de Ujué. Por el sur La Bardena y Tudela. Al sur del río, La Rioja y el Valle del Cidacos son los lugares a los que solemos acercarnos. Arnedillo y sus paisajes son parada obligada, y río arriba hasta Soria y vuelta a casa bordeando las faldas del Moncayo pasando por Tarazona.
Estos son nuestros "Paisajes de Agosto".

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